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El Gobierno ecuatoguineano ha tomado el guante para poner en aplicación las disposiciones de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC), en el sentido de que su país albergue temporalmente la sede de este organismo subregional; la cual hasta antes del golpe de Estado de la madrugada del pasado 30 de agosto, la albergaba Libreville, capital del país vecino.
En una nota de prensa difundida por la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación Internacional y Diáspora de Guinea Ecuatorial, el ejecutivo señala su intención de albergar en la ciudad de Malabo (capital de Guinea Ecuatorial) la nueva sede de las instituciones comunitarias de África Central.
Para tal fin, el ministro Simeón Oyono Esono Angué recibió en audiencia en la sede de su departamento a Gilberto Da Piedade Verisimo, presidente de esta organización subregional, con el objetivo de avanzar para poner los cimientos del mandato de los jefes de Estado y de Gobierno de la CEEAC.
La cuarta sesión extraordinaria de la conferencia de jefes de Estado y de Gobierno, convocada el 4 de septiembre en la ciudad de Djibloho por Obiang Nguema Mbasogo, en su calidad de presidente en ejercicio, en el marco del Consejo de Paz y Seguridad del África Central (COPAR), tuvo como principal punto la situación política y de seguridad de la República Gabonesa; tomando como “nota la suspensión inmediata” de este país “en todas las actividades de la Unión Africana y de la CEEAC, de sus órganos e instituciones, hasta el establecimiento del orden constitucional, en el plazo más breve posible”.
El máximo órgano de la Comunidad, decidió igualmente mediante comunicado final “trasladar provisionalmente a Malabo, capital de Guinea Ecuatorial la sede de la Comunidad, hasta la vuelta al orden constitucional en la República Gabonesa”.
Por ello, la audiencia concedida por Oyono Esono Angué a Piedade Verisimo, junto a la intensión de cerrar un acuerdo — sede entre el Ejecutivo de Malabo y la CEEAC, consistió primordialmente en buscar urgentemente los mecanismos necesarios para habilitar el domicilio provisional de la comunidad en la ciudad asignada; desde la dotación de un edificio propio, hasta las comodidades del personal asignado; entre directores, comisarios y demás expertos, al menos durante el tiempo en que dure la transición política en el país vecino.