Guinea Ecuatorial entre los países africanos con las remesas de la diáspora más bajas en 2024

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Las remesas de la diáspora, enviadas por ciudadanos que trabajan en el extranjero, representan una fuente crucial de ingresos para muchos países africanos, contribuyendo significativamente a la estabilidad económica de los hogares y de las naciones. Sin embargo, no todos los países del continente se benefician de estos flujos financieros. Guinea Ecuatorial, junto con la República Centroafricana, Chad, Eritrea y Libia, registró flujos de remesas nulos en 2024, según datos del Banco Mundial.

Este fenómeno se atribuye principalmente a factores como la inestabilidad política, el aislamiento económico y el reducido tamaño de la diáspora ecuatoguineana en el extranjero. A diferencia de países como Egipto, Nigeria o Marruecos, que reciben miles de millones de dólares en remesas, Guinea Ecuatorial enfrenta desafíos estructurales que limitan la capacidad de sus ciudadanos en el exterior para enviar dinero al país.

En 2023, África recibió un total de 100.000 millones de dólares en remesas, lo que equivale a casi el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) del continente. Estas cifras superan tanto la Inversión Extranjera Directa (IED) como la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD), lo que subraya la importancia de las remesas para las economías de ingresos bajos y medios. Sin embargo, en el caso de Guinea Ecuatorial, la falta de flujos de remesas refleja una realidad económica y social más compleja.

Guinea Ecuatorial, a pesar de ser uno de los países más ricos de África en términos de PIB per cápita debido a sus reservas de petróleo, enfrenta una distribución desigual de la riqueza y una dependencia excesiva de los hidrocarburos. La inestabilidad política y la falta de diversificación económica han contribuido a un aislamiento relativo en el contexto regional e internacional. Además, la diáspora ecuatoguineana es comparativamente pequeña, lo que limita el volumen potencial de remesas.

Otros factores que dificultan las remesas incluyen los altos costos de transacción, los sistemas financieros poco desarrollados y las barreras regulatorias. Estos obstáculos no solo desincentivan a los migrantes a enviar dinero, sino que también afectan a las familias que dependen de estos ingresos para su subsistencia.

Mientras que Guinea Ecuatorial reporta flujos de remesas nulos, otros países como Seychelles, Angola, Gabón, Namibia y la República del Congo registran entradas más significativas, aunque modestas en comparación con las principales economías del continente. Por ejemplo, Gabón recibió 18 millones de dólares en remesas en 2024, mientras que Namibia alcanzó los 43 millones. Estas cifras, aunque bajas, reflejan una mayor conexión entre las diásporas y sus países de origen.

Para Guinea Ecuatorial, mejorar los flujos de remesas requerirá abordar desafíos estructurales, como la modernización del sistema financiero, la reducción de los costos de transacción y la promoción de políticas que fomenten la participación de la diáspora en el desarrollo económico. Además, es fundamental diversificar la economía y reducir la dependencia del petróleo para crear un entorno más atractivo para las inversiones y las remesas.

En un continente donde las remesas son un pilar económico, Guinea Ecuatorial tiene la oportunidad de aprender de las experiencias de otros países y trabajar hacia la integración de su diáspora en la estrategia de desarrollo nacional. Solo así podrá aprovechar el potencial de las remesas como herramienta para reducir la pobreza y fortalecer su economía.

A nivel mundial, las remesas continúan siendo un componente vital de la economía global, especialmente para los países de ingresos bajos y medianos (PIBM). Se espera que las remesas registradas oficialmente a estos países alcancen los 685 mil millones de dólares en 2024, según estimaciones recientes. Este monto refleja un crecimiento significativo, con una tasa de expansión del 5,8%, muy superior al 1,2% registrado en 2023.

Además, se cree que el tamaño real de las remesas, incluyendo los flujos que circulan a través de canales informales, es aún mayor. Esto subraya la importancia de estos recursos para millones de familias en todo el mundo, que dependen de ellos para cubrir necesidades básicas, financiar educación o invertir en pequeños negocios.

Los cinco principales países receptores de remesas en 2024 son:

País Remesas estimadas (2024)
India 129.000 millones de dólares
México 68.000 millones de dólares
China 48.000 millones de dólares
Filipinas 40.000 millones de dólares
Pakistán 33.000 millones de dólares

 

En economías más pequeñas, las remesas representan porcentajes muy elevados del Producto Interno Bruto (PIB), lo que destaca su papel crucial en la financiación de las cuentas corrientes y la reducción de déficits fiscales. Por ejemplo,

País Remesas como % del PIB
Tayikistán 45%
Tonga 38%
Nicaragua 27%
Líbano 27%
Samoa 26%

 

Estas cifras globales contrastan con la realidad de países como Guinea Ecuatorial, donde la ausencia de remesas refleja la necesidad de políticas más efectivas para integrarse en las redes económicas globales y aprovechar el potencial de su diáspora. Mientras tanto, el crecimiento de las remesas a nivel mundial sigue siendo un testimonio de la resiliencia y la contribución de los migrantes al desarrollo de sus países de origen.

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